Ramón Bocanegra en Contradicciones deja una constancia de que la palabra está viva en su forma de vivir la escritura y sobre todo, que es un riel sobre las que transmitan sus más hondas memorias.

  Viñetas del sentimiento, estampas dolorosas, teoremas exquisitos que desafían el deseo de ser en el pasado, en el presente y en el futuro. En Contradicciones, su primer libro de poesía, se intuye un flujo emocional que es utilizado como materia prima.

   Las imágenes se mezclan con las melodías, que por momento parecieran desvanecerse para dar lugar a otra sensación, a otro deseo igualmente fulgurante, que arde igual o más que el anterior.

Alex Krishna está generando un ritual de guerra para enfrentar dos exigencias del existir: Nombrar, y aceptar. Con la firmeza del ritmo y la agudeza de las metáforas-en-progresión, este creador quiere invocarlo todo. 

   Sus verbos apuntan hacia el sentido como en la fórmula del embrujo. Y es claro, su voluntad es inspirativa. Quiere ser espiritual. (Yo también). En sus poemas, la estructura sufre ante tanta presión poética, porque tiene la sagacidad de entorchar-se y liberar; como el viento. 

   Casi no hay naturaleza abierta en su textualidad; todo es situación del algo, o del quién. Así va conformando este documento enguerrecido que se debe leer con fuerza; detrás del grito, o desde la memoria pausada, pero nunca desde la razón cordial: Porque nos enseña que para vivir, hay que agarrarse al propio cuerpo; como un recuerdo.

Luis Ramaggio